Los baños integrados al dormitorio siempre han sido exclusivos de viviendas de alto nivel o alojamientos vacacionales. Por lo que muchos lo vemos como ideal de buen diseño, lujo y sofisticación que debiéramos incluir en casa. Pero antes de dejarnos convencer tan fácilmente, es necesario analizar a fondo si esta idea que nos han vendido realmente vale lo que nos dicen. Es estético, no cabe duda, pero ¿Es cómodo y funcional? ¿Lo queremos realmente para nuestro hogar?
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ToggleAntes de dar una respuesta de la que podríamos arrepentirnos, veamos las ventajas y desventajas de los baños integrados al dormitorio.
Un baño integrado, abierto o habitación en suite, como también se le conoce, le llamamos a aquella distribución espacial del dormitorio que incluye el baño, sin límites físicos o visuales que separen ambos espacios. Esta integración puede ser completa, cuando coexisten las dos funciones en la misma habitación. O puede ser parcial, al incluir un tabique traslúcido o no, que puede ser completo o de medio punto, cuya función sería la de delimitar visualmente cada espacio, aunque no físicamente. En ambos casos y sin importar la forma de ejecutarse, gozan de las mismas ventajas y desventajas, las cuales analizaremos a continuación.
Comenzando con las ventajas podemos decir que obtendremos un espacio diáfano y abierto al reducir los tabiques divisorios entre ambos ambientes. Lo que además potencia el aprovechamiento de la iluminación y ventilación natural. Por lo que disfrutaremos mucho más del tiempo que pasamos en él, pues a nadie le apetece permanecer encerrado en un espacio estrecho y poco iluminado.
Estos metros cuadrados extras, que obtendremos de la eliminación de los tabiques, los podremos aprovechar tanto para recrear una pequeña área de spa donde dedicar tiempo a la meditación y el relax, como para aumentar los tan necesarios espacios de almacenamiento. Lo que además facilitará la libertad de movimiento y la comodidad, en ese sentido.
Estéticamente, se consigue un espacio vanguardista e interesante. Un buen uso de los materiales que conecte visualmente ambas áreas dará como resultado que el diseño se aprecie con coherencia visual y mayor amplitud. Pero además es posible ajustarlo a las más diversas corrientes de decoración, desde una estética elegante y moderna hasta una mucho más rústica y acogedora. Pero además, un baño de concepto abierto es una de las mejores opciones en lo que a facilitar la limpieza se refiere, ya que existirán menos rincones para que crezcan la suciedad y los hongos.
Por otra parte, cuando pasamos a analizar las desventajas, lo que primero salta a la vista es la innegable perdida de la intimidad, que la mayoría prefiere tener en estos espacios. La gestión de los horarios se vuelve más importante que nunca, pues en caso de vivir en pareja, si las rutinas de cada miembro tienen lugar a diferentes horas del día, puede causar incomodidad. Ya que en caso de que nuestra pareja necesite utilizar el baño en la mañana, cuando nosotros aún contamos con un par de horas más para disfrutar de la cama o viceversa, puede representar un problema.
El traspaso de vapores 😶🌫️es otra de las desventajas claves, pues en caso de tener el cuarto climatizado, al expandirse el vapor de agua proveniente de la ducha caliente puede aumentar la humedad del aire y sobre exigirle al equipo de climatización que estamos empleando. Y los olores y ruidos particulares que se producen en esta área🤭pasan a ser uno de los principales problemas con los que habrá que lidiar.
En resumen, el concepto abierto en baños tiene puntos a favor y en contra, como cualquier solución arquitectónica, de diseño o decoración que podamos implementar. Pues incidirá directamente en nuestro modo de vida y él la forma en que utilizamos los espacios. Por lo que además de lo antes visto, debemos tener en cuenta a la hora de optar por este tipo de alternativas menos tradicionales, la composición de nuestro núcleo familiar, nuestro estilo de vida, nuestra personalidad e incluso nuestros planes a futuro.