Aquí están 3 de las razones más comunes por las que los cactus pueden desarrollar grietas:
1. Sobrehidratación:
La sobrehidratación es una de las principales causas de que los cactus se rajen. Los cactus son plantas suculentas que almacenan agua en sus tejidos. Si se les proporciona agua en exceso, sus células pueden hincharse demasiado rápido y romperse, creando grietas en la piel del cactus.
2. Crecimiento acelerado:
Cuando los cactus crecen rápidamente, pueden experimentar tensiones en su epidermis, lo que puede llevar a la formación de grietas. Esto puede ocurrir, por ejemplo, si se les proporciona una cantidad significativamente mayor de fertilizante de lo que están acostumbrados o necesitan.
3. Clima extremo:
Las fluctuaciones extremas de temperatura, especialmente cambios bruscos de frío a calor, pueden causar estrés en los cactus y hacer que se agrieten. Por lo que debemos cultivarlos en temperaturas estables para evitar contratiempos.
Para prevenir que los cactus se agrieten, es importante seguir prácticas adecuadas de cuidado, como proporcionarles la cantidad justa de agua, asegurarnos de que tengan la cantidad correcta de luz, evitar cambios drásticos de temperatura y protegerlos de daños físicos.
Si un cactus ya se ha agrietado, podemos prevenir la aparición de hongos aplicando un fungicida para que cicatrice sin mayores contratiempos. Pero el daño estético será permanente.
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