Dentro de las plantas de interior preferidas para decorar nuestros hogares, las plantas colgantes ocupan un lugar significativo por su especial belleza y el toque de frescura extra que aportan a nuestros interiores. Al no disponer de un tallo rígido o erguido que les permita sostenerse por si solas, adquieren una postura que propicia que las coloquemos suspendidas y de esta forma incluirlas en la decoración, incluso si no contamos con un espacio amplio. Hoy veremos diez excelentes ejemplos y los cuidados que necesitan para poder disfrútalas en cualquier ambiente.
La Tradescantia es una atractiva planta de fácil cuidado, que resulta muy llamativa por sus hojas coloridas y carnosas, que según la variedad pueden presentar formidables mezclas de colores como púrpura, blanco, verde y rosado, con franjas y destellos plateados e incluso cubiertas por una lana blanquecina muy llamativa. Necesita abundante iluminación sin sol directo, temperaturas por encima de los 20 °C, un suelo drenante y riegos frecuentes sin encharcamientos.
2. Pothos
De nombre científico Epipremnum Aureum es una planta de interior muy resistente y de bajos requerimientos, muy recomendada para principiantes. Es nativa de los bosques tropicales del sudeste asiático. Puede alcanzar hasta 20 metros de largo y sus hojas son de color verde intenso, a menudo variegado con manchas amarillas, blancas o verde claro. Prefiere los ambientes muy húmedos, por lo que pulverizar con agua su follaje frecuentemente ayuda a que se mantenga sano y brillante.
En cuanto a los riegos, deben ser abundantes, pero permitiendo que el sustrato seque parcialmente entre ellos. Las temperaturas deben mantenerse entre los 17 y 30 °C. Le favorecen unas condiciones de iluminación alta sin sol directo, aunque tolera ubicaciones sombreadas.
3. Cinta
Esta planta originaria del sur de África, lleva por nombre científico Chlorophytum Comosum y se distingue por sus alargadas hojas verdes de franjas blancas o amarillas, que nacen desde una roseta central y crecen hasta 45 cm de largo. Debemos ubicarla en un espacio sombreado sin sol directo, proveerles suelos bien drenados y fértiles y temperaturas de entre 15 y 30 °C. Los riegos deberán ser regulares, con tres frecuencias semanales durante el verano y solo una en invierno. Si pulverizamos regularmente sus hojas podremos limitar las invasiones de araña roja, que es la plaga que mayor daño le provoca.
Su facilidad de cultivo y la forma de reproducirse mediante estolones aéreos, al final de los cuales brotan nuevos plantones, le ha dado tanto su gran popularidad como planta de interior, como su reputación de »mala madre».
4. Hiedra
Esta es una especie trepadora proveniente principalmente de Asia y Europa, bajo el nombre científico Hedera. Podemos encontrar 15 especies de esta planta, que varían principalmente en la forma y colores de sus hojas, que van desde el verde oscuro hasta el amarillo. Aunque son particularmente apreciadas para la cobertura de muros, se ha vuelto común su cultivo como planta de interior en tiestos colgantes, por su agradable verdor y sencillos cuidados.
Ya que son muy resistentes pueden cultivarse tanto en interiores como en el exterior, el rango de temperatura ideal para su desarrollo se encuentra entre 13 y 18 °C, aunque sobrevive a heladas ligeras. Los riegos deben ser moderados, dejando secar solo la capa superior del sustrato entre ellos, este por su parte debe ser drenante, para prevenir encharcamientos. Conviene sacarlas al exterior en días de lluvia, para sanear sus hojas y que se mantengan limpias y frescas, o darles duchas periódicas, en sustitución.
5. Planta queso suizo
La planta Monstera Adasonii destaca entre las plantas de interior por sus llamativas hojas llenas de orificios, que nos recuerda al queso suizo, del que obtiene su nombre popular. Proviene de las regiones centro y sur del continente Americano. Es muy resistente a las plagas y aunque prefiere ubicaciones de mucha luz indirecta, tolera bien lugares sombreados. Su rango de temperaturas ocupa de 20 a 25 °C, el sustrato debe ser poroso para evitar la retención del agua, pues los riegos deben ser frecuentes.
Debemos mantener una humedad ambiental elevada en torno a ella, por lo que conviene rociarla con agua frecuentemente, de lo contrario sus hojas se deshidratarán. Un abonado constante durante los meses cálidos también contribuirá a mantener su follaje verde y saludable.
6. Berrito caminante
La Peperomia Rotundifolia es otra de las plantas colgantes muy apreciada por sus vistosas hojas redondas y pequeñas. Originaria de los bosques tropicales de países ubicados en el centro y sur del continente Americano, debe crecer en suelos ligeros y porosos, que no retengan agua. Pues es propensa a sufrir podredumbre en sus tallos y raíces, por el exceso de riego. Lo más recomendable es colocar agua solo cuando el sustrato se encuentre seco al tacto.
La temperatura ideal para su desarrollo oscila entre 17 y 25 °C, y debe colocarse en lugares bien iluminados, sin sol directo y lejos de las corrientes de aire.
7. Helecho Boston
La Nephrolepsis Exaltata CV. Bostoniensis proviene de las zonas tropicales húmedas de Sudamérica. Sus hojas largas, frondosas y arqueadas, la convierten en una de las plantas colgantes favorita para cultivar en interior. Se desarrolla mejor en espacios muy claros, sin exposición directa a la luz solar, con temperaturas de entre 18 y 25° C y una humedad ambiental muy elevada. Por lo que agradece los baños de lluvia o, como sustituto, duchas frecuentes, que lo ayudarán a mantener su verdor.
8. Musgo español
La Tillandsia Usneoides es una planta de aire muy particular, se distingue por su tallo flexible del que nacen unas hojas delgadas y arqueadas que terminan arremolinándose, para adquirir una apariencia muy agradable. Pertenece a la familia de las Bromeliáceas, y en su hábitat natural, en el continente Americano, la podemos encontrar colgando de las ramas de los árboles en la semisombra.
Resulta fácil de cultivar en interiores, pues, no necesita sustrato. Toma los nutrientes del aire, mediante sus hojas. Por lo que con colocarla en un lugar cálido y rociarla con agua dos veces por semana, será suficiente para que podamos disfrutar de su belleza.
9. Carpa Dorada
Bajo el nombre científico Columnea, esta hermosa planta epífita es originaria de las selvas de Centroamérica y posee tallos erectos y decumbentes, con unas vistosas flores de tonalidades entre rojo y naranja lo cual hace que sean muy utilizadas como plantas colgantes de interior.
Los riegos deberán ser distanciados, una vez por semana durante el verano y cada quince días en invierno, pues es susceptible a la pudrición. En su sitio, aprecia que le mantengamos el ambiente húmedo, con la pulverización frecuente de sus hojas. Debemos mantenerla lejos de los rayos del sol y de las corrientes de aire, en temperaturas que ronden los 20 °C.
10. Episcias
Estas plantas ocupan un lugar especial en la mayoría de hogares latinoamericanos. Son especies tropicales rastreras, de hojas verdes con reflejos metálicos, cobrizos o plateados y atractivas flores de una amplia gama de tonalidades, que van desde el amarillo, pasando por los naranjas y rojos, hasta llegar a los rosados y lilas.
Necesita una buena exposición a la luz para conservar los vivos colores de su follaje, pero siempre deben estar protegidas de la acción directa del sol. La temperatura debe ser superior a los 18 °C y no debemos olvidar regarlas frecuentemente para que el sustrato mantenga la humedad.
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