Ficus Ginseng

Ficus Ginseng: Características, cultivo y secretos de esta maravillosa planta

Hoy debelaremos los secretos de esta peculiar planta que tanto despierta nuestra curiosidad. De un aspecto muy interesante y un gran poder ornamental, el Ficus Ginseng es fácilmente reconocible por su tronco engrosado y retorcido, que se asemeja a las raíces de un árbol viejo. Pero esta maravilla no se encuentra en la naturaleza, sino que la mano del hombre intervino en su creación.

El Ficus Ginseng está compuesto por un tronco de ficus microcarpa al que se le han aplicado técnicas de bonsái para acelerar el engrosamiento de sus raíces aéreas. Cualidad principal que lo distingue de otros dentro de su especie.

En su entorno natural pueden crecer unos 15 m de altura, tiene una ramificación abundante y una copa voluminosa, con hojas grandes de unos 14 cm. Pero estas características de su follaje impiden que logren ser disminuidas de tamaño tan rápidamente como evolucionan sus raíces. De ahí que la opción más viable es cortar el árbol justo donde comienza el tronco para injertar ramas de ficus retusa o panda. Variedades de ficus de hojas mucho más pequeñas cuyo tamaño se encuentra en mejor proporción con el tronco del ficus ginseng.

Ficus microcarpa
FICUS MICROCARPA: Foto de John Robert McPherson, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons
Ficus microcarpa
FICUS MICROCARPA: Photo by David J. Stang, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

El injerto se realiza generalmente mediante la técnica de injerto por aproximación, donde se une la rama del ficus retusa al tronco del ficus microcarpa. Con el tiempo, los tejidos de ambos se fusionan y se crea una conexión vascular que permite el flujo de nutrientes y agua.

De esta forma se logra combinar las características deseables de ambas variedades en un solo árbol. Permitiendo mantener su aspecto compacto que imita a un bonsái, pero sin esperar los años que llevaría lograr un ejemplar semejante sin realizar el injerto. De ahí que lo que podemos encontrar como ficus ginseng sea una planta de unos 25 cm de altura, de raíces prominentes, muy gruesas y entrelazadas, de color gris. En lugar de un tronco encontramos numerosas brotes rectos que crean una copa compacta de hojas de un tono verde oscuro y brillante de apenas 4 cm. De una apariencia exuberante y frondosa.

ficus ginseng raices
ficus ginseng bonsai

Para los expertos en bonsáis, esta planta, aunque se le han aplicado algunas técnicas comunes, no llega a cumplir con todos los requisitos que necesita un árbol para ser catalogado como tal. Aunque no deja de ser de un atractivo muy particular y ser comercializado e incluso conocido como ficus bonsái.

Ginseng Ficus bonsai
Foto de Yercaud-elango, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Cuidados del Ficus Ginseng

Su cuidado como planta de interior afortunadamente no es tan compleja como su proceso de creación. Pues aunque está compuesto por dos plantas diferentes, ambas necesitan los mismos cuidados para su correcto desarrollo.

Al ser originarios de las regiones tropicales del sur y sureste de Asia, prefiere climas cálidos y húmedos. Por lo que debemos proveerles una ubicación donde reciban abundante iluminación sin sol directo durante las horas más cálidas del día, ya que sus hojas podrían quemarse. Prefiere temperaturas constantes, alrededor de los 20-25 °C. Por lo que debemos protegerlo durante el invierno tanto de las temperaturas inferiores a 10 °C como de las corrientes de aire.

Como debes regar tu Ficus Ginseng

Es importante mantener el suelo ligeramente húmedo, evitando el exceso de agua estancada. Lo mejor es esperar a que el tercio superior sel sustrato seque antes de volver a colocar agua. Según la sequedad del aire donde la cultivemos, esto puede ser cada tercer día o una vez por semana.

El Ficus Ginseng aprecia niveles de humedad ambiental de moderados a altos. Si nuestro clima es muy seco, conviene colocar un cuenco con agua cerca, un humidificador o una fuente, para contrarrestar la sequía.

Una alternativa sugerida por muchos es rociar agua sobre sus hojas, aunque en lo personal no lo recomiendo porque al ser tan compacto su follaje, se mantiene mojado por mucho tiempo y sus hojas suelen amarillearse y caer. Por lo que para recurrir a este método debemos asegurarnos de contar con un lugar bien ventilado en el que pueda secarse completamente en poco tiempo.

Tipo de sustrato y fertilizante

No es muy exigente con el sustrato, uno para plantas verdes puede servirnos, solo debemos cuidar que drene correctamente, sea ligero y suelto.

Una duda común en los casos de los bonsáis es que si no queremos que crezca para que es necesario colocarles fertilizante. Por lo que no está de más señalar que el fertilizante no solo ayuda a la planta a crecer, también la mantiene saludable y aumenta su capacidad de sobrevivir a los ataques de las plagas y enfermedades. En este caso es imprescindible aportarle fertilizante durante los meses cálidos para renovar los nutrientes del suelo, y que nuestro ficus ginseng pueda alimentarse correctamente.

Podremos utilizar cualquier abono universal o para plantas verdes, siempre que sigamos las instrucciones que nos indique el fabricante, ya que si colocamos en exceso podríamos quemar las raíces de nuestra planta.

Cuando transplantar

Los trasplantes podemos realizarlos cada dos años para renovar el sustrato empobrecido por uno rico en nutrientes. En ese momento debemos revisar las raíces y determinar si necesitan ser podadas y si es conveniente o no pasarlo a una maceta de mayor tamaño. En muchas ocasiones no será necesario en vistas de limitar el crecimiento del ficus.

Plagas y reproducción

Las plagas que generalmente lo atacan son la araña roja, la cochinilla algodonosa, los ácaros, la mosca blanca y los pulgones. Es importante estar atento a los signos de infestación, como hojas amarillas, manchas, decoloración o presencia de insectos visibles. Si se detecta cualquiera de estos síntomas, es recomendable tomar medidas para controlar y eliminar las plagas. Esto puede incluir el uso de insecticidas específicos, la limpieza regular de las hojas y el mantenimiento de condiciones óptimas de cultivo, como la humedad adecuada y una buena ventilación.

Los Ficus ginseng son muy difíciles de reproducir. Al ser una especie híbrida necesitaremos los conocimientos para hacer correctamente los injertos y aunque cortemos ramas de ambos ejemplares en casa, tardaremos años en lograr que crezcan hasta lucir como uno adquirido en un invernadero.

Podar el Ficus Ginseng

Hay dos formas de podar Ficus microcarpa. Podemos optar por la poda constante, lo que implica revisar la planta con frecuencia y eliminar las ramas que han crecido demasiado para nuestro gusto. O de lo contrario podemos efectuar podas estacionales, lo que implica realizar intervenciones más intensas solo una o dos veces al año. Preferiblemente en primavera, cuando el crecimiento es más activo, dando prioridad a la eliminación de las ramas dañadas o enfermas. Brindarle cuidado constante y adecuado ayudará a mantenerlo saludable y hermoso a lo largo del tiempo.

Según la filosofía del Feng Shui, el Ficus Ginseng se considera una planta que atrae la prosperidad y la buena suerte al hogar. Su forma retorcida se asocia con la energía en constante movimiento y sus fuertes raíces a la estabilidad.

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