Pros y contras de utilizar el color beige en la decoración de interiores
Uno de los colores más utilizados en el interiorismo es el beige. Aunque su uso no deja de ser polémico, pues mientras que muchos lo consideran elegante y sobrio, otros lo catalogan como aburrido y sin personalidad. Por lo que hoy veremos el papel que juega dentro del diseño de interiores, así como sus ventajas y desventajas.
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ToggleYa sea que digamos beige o beis, es una curiosa palabra que procede del francés, y en sus orígenes hacía referencia al color de la lana sin teñir. Según la psicología del color, se asocia con la calma, la serenidad y la neutralidad. Llegando a sugerir una idea de refinamiento y sofisticación en quienes lo observan. De ahí que haya sido ampliamente utilizado por mucho tiempo en el diseño de interiores, como una herramienta versátil y atemporal para aportar elegancia y calidez.
Su versatilidad le permite adaptarse a numerosos estilos decorativos diferentes. Por ejemplo, es un tono muy popular en la decoración de estilo clásico. Se utiliza en paredes, muebles y textiles para crear un ambiente elegante y sofisticado. El beige combina especialmente bien con tonos cálidos como el marrón oscuro y el dorado, creando una atmósfera cálida y acogedora.
En la decoración de estilo costero se utiliza en paredes y textiles para crear un ambiente relajante y tranquilo. Combinado con tonos azules y verdes suaves, creando una sensación de frescura y serenidad. El estilo escandinavo es conocido por su simplicidad práctica y el aprovechamiento de la luz natural. De ahí que el beige sea tan utilizado dentro de esta corriente aplicado en paredes y textiles para crear un ambiente luminoso y acogedor.
En la decoración de estilo contemporáneo, el color beige se utiliza a menudo como base neutra en paredes y muebles. Se combina con colores vibrantes y patrones geométricos para crear un contraste interesante y dinámico. El resultado es un ambiente moderno y sofisticado.
Pros de utilizar el color beige
Dentro de las ventajas que podemos encontrar al utilizar este color destaca su neutralidad. Los tonos beiges son neutros y equilibrados, lo que permite que funcionen bien como complemento con casi cualquier tono o estilo. También es fácil de combinar con accesorios decorativos, lo que permite una mayor flexibilidad en caso de que deseemos cambiar la decoración de los espacios sin tener que volver a pintar las paredes.
Aporta serenidad, lo que lo hace especialmente recomendable para el dormitorio o la sala de estar, donde se busca un ambiente relajante y tranquilo. Además, es un tono elegante y sofisticado que puede añadir clase y refinamiento a cualquier espacio. En combinación con otros colores como el blanco, el negro o el dorado, puede crear un ambiente que cubra hasta los más altos estándares. Lo que también lo convierte en un tono atemporal, que no pasa de moda aun cuando las tendencias cambien constantemente.
También es conocido por su capacidad para hacer que los espacios se vean más amplios y luminosos, haciéndolo ideal para habitaciones pequeñas o con poca iluminación natural.
Contras de utilizar el color beige
Como desventaja podríamos mencionar que puede carecer de personalidad y carácter. Para los entusiastas de la decoración más personal y expresiva, el beige puede resultar aburrido y poco inspirador. Al ser un color neutro, el beige puede no ser la mejor opción si buscamos generar un contraste evidente con otros elementos decorativos. Es decir, si los muebles y accesorios son muy parecidos en tono, pueden mezclarse y dar la sensación de falta de variedad.
Algo similar ocurre si pintamos toda la casa del mismo tono de beige, esto puede hacer que el espacio parezca monótono y plano. Esto podemos corregirlo incorporando otras tonalidades para darle mayor interés visual al conjunto. Por otra parte, es susceptible a las manchas y la suciedad, lo que puede requerir un mantenimiento constante para no perder la apariencia prolija de la habitación.
Por último, en algunas culturas, el color beige está asociado con la falta de creatividad o imaginación, lo que puede afectar la percepción de la decoración por parte de algunas personas.
Como incluir el color beige en nuestra decoración
Para incluirlo en nuestros interiores podemos utilizarlo ya sea como color predominante, aplicándolo al 60 por ciento de las superficies o como tono complementario, reservándolo para el 30 por ciento del espacio. Podemos pintar las paredes en tonos beige para crear una base neutral y suave en la que destacará el mobiliario y demás accesorios.
Otra opción es escoger los muebles en tonos beige para crear un ambiente relajado y atemporal. Sofás, sillas, mesas de centro o armarios en beige pueden ser una opción elegante y fácil de combinar con otros colores y estampados. Mientras que si incorporamos tejidos en tonos beige añadirán calidez y suavidad a la decoración.
Ya sean cortinas, cojines, alfombras o mantas crearán una sensación de confort y cohesión que indudablemente tendrán un resultado acogedor. La clave para hacerlo destacar está en introducir otros elementos, como relieves, texturas y patrones. Con estos aportaremos dimensión y crearemos un ambiente visualmente más atractivo e interesante.
Y en cuanto a combinaciones con otros colores, funcionará muy bien dentro de cualquier paleta cromática que escojamos. Si nos inclinamos por una gama monocromática podemos utilizar diferentes tonos de beige con cremas y blancos. Transmitirá elegancia y distinción a la vez que aumentará la percepción del tamaño del espacio.
Mientras que si preferimos más dinamismo podemos mezclarlo con tonos más saturados. Junto a colores cálidos como rojo, amarillo y naranja evocará una sensación de calidez y comodidad. Esta combinación transmite una atmósfera acogedora y reconfortante, especialmente recomendable para espacios donde queramos interactuar y sentirnos activos, como salones y cocinas.
Por otra parte, la combinación del color beige, que es un tono cálido con tonos fríos como el azul, el verde o el gris, generaremos un equilibrio visual que transmitirá una sensación de calma y frescura. Esta combinación puede resultar especialmente efectiva en ambientes de descanso como dormitorios, ya que fomenta un ambiente sereno y pacífico. Además de crear una estética contemporánea y elegante muy a tono con las últimas corrientes del interiorismo.
En resumen, a medida que se han vuelto tendencia los espacios acogedores y fáciles de habitar, los tonos beiges han resurgido cobrando gran popularidad dentro del mundo del interiorismo. Principalmente, porque se contraponen a los blancos puros y los grises, demasiado fríos e impersonales para los gustos estéticos actuales
Estamos viviendo un proceso en el que pasamos de ser simples espectadores del diseño de interiores como una obra de arte separada del individuo, a preferir espacios que sean una extensión de quienes los habitamos, que apoyen nuestra forma de vida y reflejen nuestra personalidad. Y en este camino de redescubrimiento el color beige está teniendo un papel protagónico e indiscutible.