Como tener un HOGAR ACOGEDOR
Todos hemos soñado con tener un hogar acogedor y lleno de encanto. Las sensaciones que despiertan en nosotros entrar a un espacio con estas características, difícilmente las podemos comparar con cualquier otra experiencia sensorial que podamos experimentar.
Esto ocurre porque esta clase de espacios apelan nuestros sentimientos más elementales, a la necesidad innata de tener un refugio en el que sentirnos cómodos y a salvo del caos exterior. Y lo construimos sumando piezas que por si solas carecen de valor, pero que al colocarlas juntas adquieren todo el significado emocional para que a ese lugar le llamemos sencillamente hogar. Por lo que hoy veremos 7 claves que al ponerlas en práctica lograremos hacer de nuestra casa un espacio más acogedor, sin importar nuestro estilo decorativo, la superficie con la que contemos o el presupuesto que tengamos disponible.
Tabla de contenidos
Toggle1. Iluminación
Una iluminación cálida y sin estridencias no solo favorece una decoración armónica y nos permite realizar cómodamente diferentes actividades. Si no que además, influye en nuestro estado emocional favorablemente a la vez que desencadena diferentes grados de intimidad y facilita el descanso. De ahí la gran importancia que tiene que demos luz correctamente a nuestra casa.


Para propiciar un ambiente acogedor y calmado, lo adecuado es seleccionar una temperatura de la luz cálida, de alrededor de 3000k e introducir varios planos de iluminación que eviten que los locales sean sombríos y den profundidad a los espacios. Debemos agregar múltiples puntos de luz, ya sea con luminarias de mesa, de pie o apliques de pared. Al introducir puntos de luz focal, que iluminen de forma muy concreta zonas definidas dentro del espacio, como puede ser una pared o una mesa, lograremos la atmósfera deseada, realzando la estética del diseño.
2. Textiles y texturas
Los textiles aportan suavidad a superficies que por naturaleza no lo son. Así que las cortinas, las alfombras, los cojines y las mantas, serán nuestros mejores aliados si queremos que nuestros espacios luzcan más hospitalarios. La mezcla en los cojines, de distintos tipos de tejidos y materiales en colores que combinen, evitarán un resultado plano y aburrido, elevarán la decoración de forma inmediata y aportarán profundidad y dimensión a la composición.
Las alfombras son un elemento que hace que los espacios sean automáticamente más acogedores. Ya que además de su indudable valor estético, también posee un carácter funcional que la convierte en uno de los elementos indispensables en muchos espacios de la casa. Un error común es pensar que necesitamos colocarlas de pelo largo para lograr este efecto.


Cualquier tipo de alfombra servirá para dar textura a nuestros suelos, siempre que las escojamos con las dimensiones adecuadas y acorde al uso que le damos a cada habitación. Aunque no es menos cierto que si optamos por tejidos naturales lograremos mejores resultados que con las de tejidos sintéticos, pues son más suaves al tacto y transportan esa delicadeza al entorno.
Las cortinas, por su parte, vestirán nuestras paredes a la vez que crearán un ambiente sosegado, cálido y elegante. Al utilizarlas con grandes caídas aportarán en mayor grado la sensación que deseamos obtener y si las elegimos en colores suaves o neutros el resultado será superior.
3. Limpieza y organización
Otro punto importante es la limpieza y organización de los espacios. Difícilmente un lugar sucio y desordenado puede lucir acogedor. El problema se presenta cuando, a pesar de que limpiamos constantemente y mantenemos la organización, el espacio continúa luciendo caótico y sin estructura. Esto puede estar dado a la falta de espacios de almacenamiento y a la acumulación de elementos decorativos o de consumo.
Para mejorar esta situación es indispensable sustituir los envases desechables de los productos comestibles o de aseo, por otros reutilizables y de materiales duraderos. El resto de objetos mantenerlos fuera de la vista, ya sea en compartimentos ocultos o en cestas o canastas de fibras naturales. Estas además de resultar muy útiles, constituyen agradables acentos cálidos en nuestros espacios. También evitaremos los objetos rotos o desgastados. Podemos renovarlos y darles una segunda vida, o deshacernos de ellos. Lo fundamental es que cada objeto o mueble tenga su espacio definido dentro del conjunto y que a la vez permitan al espacio respirar y transmitir calma y sosiego.
4. Olores agradables
Los olores son capaces de modificar por completo nuestra percepción de un ambiente al punto de ser considerados una forma de decoración que apela a la sensibilidad. Tanto se ha ahondado en el tema que incluso se diseñan diferentes aromas según el espacio de la casa que van a ambientar.
Para la entrada se recomienda un olor cítrico o floral, que de una bienvenida agradable y acogedora. Para potenciar la sensación hogareña en el salón podemos optar por olores amaderados o dulces como la vainilla o la canela. Para los dormitorios podemos utilizar fragancias suaves que inviten a la relajación y el descanso como la lavanda, el jazmín o las rosas. En los cuartos de baño nada como el olor a limpio y fresco. Esto lo lograremos con esencias de limón, bambú o las fragancias marinas.


Los formatos en que podemos utilizarlos son variados, desde los tradicionales inciensos y velas, hasta los tan en tendencia difusores de varilla. Lo importante es no pasar por alto que para potenciar la cualidad de espacio acogedor en nuestro hogar debemos estar al tanto de la forma en que huele.
5. Sonidos
Para disfrutar de ambientes agradables en nuestro hogar también debemos prestarle atención a los sonidos. Por lo que en primer lugar debemos mantener los ruidos fuera. Para esto una excelente inversión son las ventanas con aislamiento, con las que controlarlo en caso de que en nuestra área exista mucho tráfico u otro elemento que genere tales molestias. Por otra parte, el eco puede afectarnos igualmente y, sin embargo, se genera dentro de nuestra casa y en ocasiones ni siquiera nos percatamos de lo molesto que puede llegar a ser.
Afortunadamente, es muy sencillo de controlar, basta con arropar nuestros interiores y erradicaremos esta desagradable molestia que nos afecta principalmente si acabamos de mudarnos y aún no completamos la decoración. Pero en caso de que en nuestro hogar abunden las superficies lisas y se nos dificulte eliminar el rebote de las ondas sonoras sobre ellas, podemos recurrir a la instalación de paneles absorbentes, recubrimientos blandos o aplicar terminaciones texturizadas en las paredes. Con este simple cambio la molesta reverberación se eliminará y podremos disfrutar en silencio de nuestro hogar.
6. Paredes con presencia
Debemos evitar por todos los medios las paredes vacías. Esto da sensación de espacio inhabitado, carente de vida y, por tanto, inhóspito. Medios para llenar las paredes hay muchos. Los más sencillos son las obras de arte o cuadros. Siempre evitando abarrotar con demasiados elementos de pequeño formato, pues puede convertirse en un ruido visual, que conviene evitar.


Una excelente alternativa son los espejos. Podemos encontrarlos en una gran diversidad de tamaños y formas, funcionan muy bien en cualquier estilo decorativo y estarán en tendencia por largo tiempo. También es importante señalar que ampliarán visualmente el espacio y aportarán luz a los interiores. Otra forma de resaltar las paredes y que además actualizarán la decoración sin llevarnos a incurrir en grandes gastos, es incluir revestimientos en madera, colocar molduras o tapizar con papel pintado. Todos estos elementos lograrán crear la atmósfera que buscamos a la vez que aportarán personalidad y carácter a las habitaciones.
7. Plantas naturales
Las plantas poseen una habilidad única de transformar nuestros espacios al aportarles vida. No hay nada tan acogedor como la naturaleza integrada a nuestros interiores. Existe una incontable cantidad de plantas que pueden desarrollarse adecuadamente en la semisombra de nuestras habitaciones y llenarlas de colores vibrantes, que aportarán la magia que necesita un hogar acogedor.


Lo importante es lograr que nuestra casa sea una extensión de nuestra personalidad y refleje nuestro modo de vida. Con esto despertaremos en nuestro interior un sentido de pertenencia hacia ella, que indudablemente provocará que nos resulte acogedora y hogareña. Pero además entre mayor libertad nos concedamos a la hora de diseñar nuestros ambientes, mejores resultados obtendremos. Al punto de que lograremos sorprender y seducir a quienes nos visiten.