Salones ELEGANTES y LUJOSOS en nuestro hogar, como lograrlo
¿Cuántos no hemos deseado tener en nuestros hogares salones elegantes y lujosos? Y es que este es el espacio de la casa, que por su naturaleza, preferimos que transmita confort y elegancia. Por lo que conseguir esta atmósfera se convierte en la premisa fundamental a la hora de diseñarlos. Pero también es todo un reto intentar impregnarle una esencia a espacios que desde un principio no fueron concebidos desde esa base conceptual.
Más allá del tamaño de nuestra casa, del estilo decorativo de nuestro salón o de nuestro gusto personal, existen 7 pautas generales, que al seguirlas, conseguiremos tener el espacio lujoso y elegante que queremos. Sin incurrir en grandes gastos y reutilizando el mobiliario con el que ya contamos.
Tabla de contenidos
Toggle1- El mayor lujo es el espacio
Los salones de lujo se caracterizan por contar con gran cantidad de metros cuadrados. Pero siendo realistas, muchos de nosotros no disfrutamos de tal ventaja a nuestro favor. Así que nos toca utilizar otras alternativas que nos permitan crear en nuestro pequeño salón la sensación de que es más grande de los que realmente es.
El más sencillo y con mejores resultados es pintar todas las paredes de un solo tono, pues es una forma práctica de crear continuidad espacial. Otro truco es colocar la menor cantidad de muebles posible y que los que escojamos sean funcionales, visualmente ligeros y del tamaño justo. Y finalmente aprovechar al máximo las paredes, las que a su vez no deben estar saturadas de adornos o estantes. Es decir, asegurarnos de que cada objeto tenga su razón de ser en el espacio y un lugar específico dentro de él.
En muchos casos lo que nos aleja de nuestras metas son nuestros hábitos, si quieres una vida plena y abundante en todos los aspectos, comienza por mejorar tu forma de pensar y actuar, da el primer paso en tu carrera por alcanzar lo que más deseas formando Hábitos Exitosos. Nunca es demasiado tarde para dar el primer paso, no lo dejes pasar!!!!
2- Colores neutros
Los salones elegantes y lujosos son comedidos y discretos, por lo que evitaremos, por todos los medios, caer en los excesos. Es decir, nada de aventurarnos en la utilización de tonos saturados o patrones exuberantes. Lo mejor es apostar por colores suaves y claros que reflejen la luz. De esta forma, además de ganar en luminosidad lograremos que la habitación parezca más diáfana y abierta. Además, es crucial que elijamos una paleta de colores análogos, sin fuertes contrastes ni abundancia de tonalidades.
3- La Iluminación
Ya sea natural o artificial, una buena iluminación es esencial para que un salón se vea elegante. Es imposible relacionar una estancia de lujo con un espacio oscuro y lúgubre. Así que nuestra meta será aportarle la mayor cantidad de luz posible. Para potenciar la entrada de la luz natural podemos apoyarnos en los espejos, siempre teniendo en cuenta que deben ser de grandes dimensiones.
Un truco muy utilizado, con excelentes resultados, es colocar varios espejos pequeños de forma que simulen una pieza única. De esta forma disminuiremos considerablemente el costo y obtendremos los beneficios que nos aportaría un ejemplar grande y costoso.
Por otra parte, para lograr un ambiente de opulencia mediante la luz artificial, es importante que introduzcamos varios puntos de luz. Lo que nos permitirá crear una atmósfera cálida y acogedora, que potencie la elegancia y la comodidad del salón.
Si tenemos únicamente una luz general podemos crear este efecto, sin necesidad de hacer obras constructivas, colocando luminarias auxiliares de mesa y de pie. Si las utilizamos con pantallas diseccionadas hacia la pared o a una mesa en específico, agregaremos dramatismo e interés a la escena. Si además optamos por una luz cálida o neutra, el resultado será infinitamente superior.
4- Dimensiones adecuadas
Si algo aporta elegancia a un espacio son las cortinas con grandes caídas. Por lo que revisaremos las que tenemos colgadas y si son cortas, es momento de sustituirlas. No solo deberán ser más largas, sino que también considerablemente más anchas que el vano o hueco donde las colguemos. Esto hará que luzcan con más cuerpo dando volumen a la tela. Debemos escogerlas de acuerdo a nuestra paleta de colores, con tonalidades neutras y fusionando varios niveles o capas.
En caso de que decidamos arriesgarnos, podemos utilizar en la última capa tonalidades oscuras o estampados. Si, por el contrario, no queramos aventurarnos, podemos mantener el mismo color que las paredes. Lo que hará que se fusionen, destacando solamente la textura, creando un efecto muy agradable y elegante. Las barras o rieles deben colgarse lo más alto posible. De esta forma conseguiremos que nuestra puerta o ventana luzca más alta y agrandaremos verticalmente el espacio, lo que sin dudas es sinónimo de lujo.
Estos mismos principios debemos aplicarlos a las alfombras, asegurándonos de que queden amplias. En este punto es mejor pasarnos que quedarnos cortos, por lo que deben quedar al menos con 40 cm debajo de los muebles. Y en cuanto a los colores, lo mejor es utilizar tonos neutros y enteros, que combinen con el resto de los elementos de la composición y que contrasten en cuanto a claridad con el piso.
Es decir, para que destaquen y realcen el conjunto, lo ideal sería que si tenemos pisos oscuros nuestra alfombra sea clara, mientras que si el piso es claro, la alfombra deberá ser oscura.
5- Atención a los detalles
Las grandes cosas están hechas de pequeños detalles y el salón no es la excepción. Es imprescindible ocultar los cables de los equipos, enmascarar detrás de un cuadro los registros eléctricos expuestos, disimular debajo de libros falsos u otro similar, los accesorios para la conectividad y colocar los tomacorrientes e interruptores del mismo color del que pintamos las paredes, para que de esta forma pasen desapercibidos.
También es muy importante que no tengamos objetos con roturas o desgastes. Existen muchísimas opciones para recuperar muebles y darles una segunda vida. Y si no es posible, lo mejor es prescindir de ellos de una vez por todas. Pues la elegancia está rotundamente desligada de aquello que no luzca cuidado y prolijo.
6- Paredes con presencia
Un truco sencillo y económico que podemos utilizar para aportar elegancia a nuestro espacio es darle protagonismo a las paredes. Ya sea colgando un cuadro de gran tamaño que funcione como punto focal o utilizando papel pintado en la pared de acento. Traer a escena las paredes siempre da buenos resultados. Por otra parte, podemos aprovechar que las molduras están muy en tendencia este año y que además son económicas y fáciles de montar, e incluirlas en la decoración. Darán un cambio significativo, pues agregarán profundidad y textura, un elemento fundamental en los salones elegantes y lujosos.
7- Materiales auténticos
Otro método para evitar los espacios planos y visualmente aburridos es introducir cojines, textiles y elementos decorativos. En todos los casos debemos optar por acabados artesanales y fibras naturales, pues la autenticidad de los materiales es un aspecto fundamental para conseguir la apariencia adecuada. Evitaremos abusar de los objetos plásticos y las flores y plantas artificiales.
Nada complementa mejor la decoración interior que las plantas naturales, pues aportan vida y frescura a la estancia, al tiempo que dan personalidad y carácter. Por otra parte, evitaremos el exceso de adornos, utilizando solo lo justo. En caso de dudas debemos tener la menor cantidad de superficies posibles y no más de tres objetos en cada una de ellas. No es una regla estricta, pero evitará la saturación y el caos visual.
En conclusiones, todos estos consejos no entran en discrepancia con el principio que siempre defiendo, de que un buen diseño interior es aquel que dota al espacio de gracia y estilo propio, haciéndolo único y personal. Por lo que no debemos tener miedo a experimentar y arriesgarnos, siempre que el resultado refleje quienes somos, se ajuste a nuestro estilo de vida y nos haga sentir cómodos y a gusto en nuestro hogar.