7 plantas de gran envergadura que podemos tener en casa
Las plantas de gran envergadura no solo son capaces de robarnos el corazón, sino que también llenarán nuestros ambientes de verdor y frescura. Hoy veremos 7 magníficos ejemplos de plantas grandes para interior y sus cuidados fundamentales.
La conocida comúnmente como Costilla de Adán, es una planta trepadora, considerada por muchos la reina de las plantas de interior. Debemos cultivarla en una ubicación sombreada, con temperaturas entre 20 y 30 °C, sin riego excesivo. Debemos esperar que el tercio superior del sustrato seque antes de volver a colocarle agua. Aunque como en su hábitat natural la humedad ambiental es muy elevada, debemos pulverizar sus hojas y raíces aéreas con agua al menos dos veces por semana para mantenerlas hidratadas, así evitaremos que se resequen.
Es fundamental utilizar un sustrato poroso, muy drenante y rico en materia orgánica y además no olvidar fertilizarla cada 15 días durante primavera y verano.
2. Ficus
Los ficus son los árboles de interior por excelencia y además existen disimiles variedades entre las que podemos escoger. Para su cuidado en el interior debemos tener en cuenta que prefiere los climas cálidos, con temperaturas de entre 16 y 25 °C y buena iluminación. Soporta bien la sequía, aunque se desarrollará mejor si mantenemos un riego estable, de dos frecuencias semanales, disminuyendo a una frecuencia quincenal durante el invierno.
El sustrato en el que plantemos nuestro ficus debe ser drenante, para evitar que se acumule el agua en el interior de la maceta y con el tiempo se pudran las raíces.
3. Croton
Para los amantes de las plantas de gran tamaño y colores vibrantes en sus hojas, el Croton es la elección perfecta. Pudiendo reunir en una sola planta varias tonalidades de verdes, amarillos, naranjas y rojos. Debemos colocarla en un lugar muy luminoso, incluso algo del sol suave de la mañana le resulta favorecedor.La temperatura ideal de cultivo oscila entre 18 y 24 °C y en cuanto al riego lo aconsejable es dejar secar la capa superficial del sustrato antes de volver a colocar agua.
En primavera y verano le debemos aportar fertilizante líquido cada 15 días, y el sustrato adecuado para su desarrollo es uno rico en nutrientes, ligeramente ácido y que permita al agua escurrir fácilmente.
4. Yucca
Las largas hojas lanceoladas de la Yucca y su tronco leñoso le dan una imagen única y particular a esta planta de fácil cuidado y muy resistente. Para su óptimo crecimiento y desarrollo necesita luz natural en abundancia, aunque podemos cultivarla en condiciones menos favorables sin que se dañe. Soporta un amplio rango de temperaturas que va desde los 16° C hasta los 35 °C.
El sustrato debe ser suelto y drenante, de forma que no retenga el agua, e incluso es muy recomendable dejar que este se seque muy bien entre riego y riego. Al ser una planta de bajos requerimientos nutricionales, podemos aportarle fertilizante líquido en el agua de riego cada 15 días, en los meses cálidos, pero rebajando a la mitad, la dosis recomendada por el fabricante.
5. Pata de elefante
Originaria de zonas desérticas de México y Guatemala, esta escultural y elegante planta de nombre científico Beaucarnea Recurvata es una de las plantas de gran envergadura más utilizadas en espacios a los que se les quiere dar un toque extra de distinción. La temperatura ideal para su cultivo se encuentra alrededor de los 20 °C y es muy resistente a los períodos de sequía, por lo que el riego excesivo puede generar serios daños. Por lo que es fundamental que suelo de cultivo contenga un alto por ciento de perlita o arena de río.
Como con todas las suculentas, debemos colocar agua solo cuando el sustrato haya secado completamente. El tiempo que se tarde en hacerlo dependerá principalmente de la región donde nos encontremos y de la época del año. Agradecerá que la coloquemos en un espacio muy luminoso, pero también puede soportar condiciones de semisombra, aunque veremos que ralentizará su crecimiento.
6. Dieffenbachia amoena
De grandes hojas de color verde brillante salpicadas de manchas claras, la Dieffenbachia Amoenaes una de favoritas cuando no contamos con espacios muy iluminados, incluso un exceso de luz provoca que se sequen las puntas de sus hojas. Debemos proveerles temperaturas entre 20 y 35 °C y abundante riego, especialmente en verano. Para el sustrato debemos mezclar turba, tierra vegetal y perlita o elementos similares, pues debe ser fértil, suelto y conservar la humedad.
Conviene mantener la humedad ambiental alta a su alrededor, por lo que podemos auxiliarnos de un pulverizador de agua si vivimos en un clima seco. Podemos fertilizarla cada 15 días en la época de desarrollo vegetativo con un abono rico en Nitrógeno, que estimule la producción de un mayor número de hojas. Conviene mantenerla fuera del alcance de los niños pequeños y mascotas, pues estos podrían intentar comerla y algunos de sus componentes pueden resultar tóxicos si se ingieren.
7. Alocasia odora
También conocida como oreja de elefante, esta es una de las plantas de interior que al observarla nos transporta automáticamente al corazón de la selva tropical. Sus enormes hojas verdes llenarán de frescura y verdor nuestros interiores, haciendo más llevaderos los calurosos días de verano. Debemos regarla con generosidad, principalmente durante los meses cálidos. Y además pulverizar sus hojas frecuentemente para mantenerla hidratada y saludable, o colocar envases con agua fresca que ayuden a mantener elevada la humedad ambiental.
Podemos tenerla en interiores luminosos, sin luz solar directa, con temperaturas que ronden los 25 °C, en macetas muy amplias donde colocaremos un sustrato rico en materia orgánica, como compost o humus.
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